martes, 26 de enero de 2016

POEMA









NIEBLA

Llegan las sombras.
El jardín se ha apagado en un instante.
Inmóviles las hojas en sus ramas
se sumergen en la extraña quietud
de los troncos dormidos, en el súbito
silencio de las aves. Tiene el aire
color de despedida, nada suena
ni tiembla ni se ondula, todo flota
en la bruma estancada del ocaso.
No hay luz en las ventanas ni una voz
que traspase la grávida penumbra.
Hay figuras que avanzan y se pierden
en la niebla. Hay muertos que caminan.








(de: La durmiente - Edit. Pre-Textos, 2013)

(fotografía: Susana Benet)




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